Preguntas Frecuentes

 

Preguntas Frecuentes

Sección Preguntas frecuentes

  Que te sientas cómodo/a con tu psicólogo es importante, ya que afectará al resultado de la terapia. Resuelve aquí tus dudas.Aquí podrás ver las respuestas a las preguntas más frecuentes.

¿Por qué ir al psicólogo?

  En primer lugar, tu salud mental, tu bienestar emocional, es tan importante como tu salud física. La salud mental es uno de los factores más importantes para determinar la calidad de vida de las personas. Si tienes problemas emocionales, conductuales o interpersonales debes buscar ayuda como lo harías si tuvieras una caries, dolor de garganta o una infección. Desafortunadamente, muchas personas sufren innecesariamente por no buscar ayuda profesional.

  Si tienes una buena salud mental, puedes superar los obstáculos de tu día a día, trabajar para conseguir metas u objetivos que son importantes para ti y funcionar de manera efectiva en la sociedad. Sin embargo, puede que tengas dificultades o problemas que afectan a tus actividades cotidianas, o que te impidan llevar una vida plena y satisfactoria: si a menudo te sientes triste, constantemente preocupado, ansioso o estresado, tienes falta de confianza en ti mismo y esto impide que hagas las cosas que quieres hacer e interfiere en tu disfrute de la vida… entonces puede que necesites ayuda de un psicólogo.

 

  Obtener ayuda es el paso más inteligente que puedes dar. Ignorar tus problemas no es una buena solución; es más, puede que en lugar de desaparecer éstos empeoren y que cueste más eliminarlos.

  Te sorprendería saber que todos los problemas emocionales, y de comportamiento son muy frecuentes. Los psicólogos ayudamos a todo tipo de personas con todo tipo de problemas, más moderados o más graves.

¿Qué diferencias hay entre un psicólogo y un psiquiatra?

  A menudo, hay confusión sobre el significado de psiquiatra y psicólogo y puedes tener dudas sobre a quién debes acudir.

  El psiquiatra, es un médico especializado en salud mental, y tiene como objeto fundamental la realización de un diagnóstico, lo que implica la capacidad de distinguir trastornos mentales y alteraciones de la conducta debidas a otras causas. Los psiquiatras pueden prescribirte medicamentos si lo consideran adecuado para tratar tu problema.

  El psicólogo, puede tener más campos de actuación distintos del propio del ámbito clínico y puede desempeñar su actividad en otras áreas no ligadas al alivio del sufrimiento pero sí relativos a la salud (psicología deportiva, organizacional, jurídica, social, educativa, infantil).

  Un psiquiatra se ocupa del bienestar mental de los pacientes, sin embargo, su atención se centra principalmente hacia los trastornos en los que puede haber un desequilibrio químico, mientras que el enfoque principal del psicólogo son los pensamientos, sentimientos y comportamientos de los pacientes.

  Aunque existen diferencias en los dos campos, los psiquiatras y psicólogos a menudo trabajan de manera conjunta en el tratamiento de los pacientes. Un psicólogo no puede prescribir medicamentos, pero si lo considera necesario, puede remitir a un paciente para que sea visto por un psiquiatra para que se los prescriba. Y viceversa para los psiquiatras, que a menudo remiten a los pacientes al psicólogo para recibir asesoramiento y/ o psicoterapia.

¿Qué tipo de terapeuta quieres?

  Antes de empezar a buscar un psicólogo o un terapeuta, párate a pensar en qué tipo de terapeuta deseas. Puedes inclinarte por un hombre o una mujer, o una persona de edad similar a la tuya…
Cuando conozcas a tu psicólogo/a, por primera vez, te harás una idea de si podéis trabajar juntos. Debes sentirte a gusto, con capacidad de hablar con honestidad y sin sentirte avergonzado. Un buen terapeuta:
– Escucha lo que dices
– Valora lo que dices
-Muestra empatía y comprensión
– Resuelve cualquier duda o preocupación que puedas tener sobre la terapia

  Al principio, puede que te sientas algo incómodo y nervioso, pero te sentirás más cómodo conforme pase el tiempo. Debes estar preparado para hacer frente a tus miedos, hablar de recuerdos, temas íntimos, y pensamientos y sentimientos privados.

¿Cómo elegir un enfoque terapéutico?

  En el Gabinete de Psicología la Minilla tenemos un enfoque integrador basado principalmente en la corriente cognitivo-conductual que es la que más evidencia empírica tiene. La terapia cognitivo conductual hace referencia a cómo pensamos sobre nosotros mismos, sobre otras personas y sobre el mundo que nos rodea, y cómo lo que uno hace afecta a nuestros pensamientos y sentimientos.

  La terapia cognitivo conductual puede ayudarte a cambiar la forma de pensar (componente “cognitivo”) y la forma de actuar (componente “conductual”) y de esta manera ayudarte a sentirte mejor. A diferencia de otros enfoques, la terapia cognitivo conductual se centra en el “aquí y el ahora”, en tu presente, con sus problemas y dificultades, sin centrarse en síntomas del pasado, buscando maneras de mejorar tu estado de ánimo actual.

En ocasiones debido a las heridas emocionales que uno tiene, tenemos que ampliar la mirada y ampliar este enfoque con herramientas de otras corrientes para ayudar a quitar esos nudos emocionales.

  El enfoque cognitivo conductual tiene una base empírica y trabaja basándose no en opiniones o escritos, sino en datos experimentales. Son tratamientos que han sido altamente probados y que por tanto demuestran su eficacia.

  Este enfoque terapéutico se ha demostrado especialmente útil en el tratamiento de:

  • Ansiedad
  • Depresión
  • Pánico
  • Agorafobia y otras fobias
  • Fobia social
  • Bulimia
  • Trastorno obsesivo compulsivo
  • Trastorno de estrés postraumático …

¿En qué consiste la terapia?

  La terapia cognitivo conductual consiste en una serie de sesiones con tu terapeuta, el número de sesiones puede variar según el problema por el que acudas a consulta. Las sesiones serán semanales o quincenales y cada sesión tendrá una duración aproximada de 60 minutos.

  El psicólogo/a puede pedirte tareas o deberes para hacer entre sesiones, como llevar un diario para anotar sus pensamientos, hacer unas lecturas. Estos ejercicios son importantes para tu evolución y por eso te invitamos a que los cumplas. Te ayudarán a sacar partido a la terapia y mejorarán tu evolución.

  Nuestro objetivo terapéutico es mejorar tus síntomas, comprenderte, dotarte de estrategias de autocontrol y ayudarte a prevenir la recurrencia del problema, guiándote en un proceso de maduración personal.

 


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