Obsesiones
Las obsesiones son pensamientos, ideas o imágenes que se repiten en la mente de la persona y que en general, crean malestar y nerviosismo. La persona sabe que esas ideas son producto de su mente pero se siente incapaz de controlarlas.
Las obsesiones no son preocupaciones. Un padre puede estar preocupado por el examen de su hijo pero no llegar a convertirse en una obsesión, pero si el pensamiento se convierte en muy molesto, se vive como algo inapropiado es probable que la persona intente suprimir esos pensamientos o bien neutralizarlos con otros o con acciones a las que les puede dar un valor mágico.
La valoración de la importancia de las obsesiones va ligada a cómo se vea afectada la calidad de vida de la persona.
Las compulsiones sin embargo son las acciones o los rituales que la persona empieza a llevar a cabo para poder reducir el malestar que le generan aquellos pensamientos obsesivos. Por ejemplo, si una persona cree que se ha dejado la puerta de la casa abierta, puede ser que se levante una y otra vez para hacer la comprobación de que esto no es así.
Al principio la persona intenta no realizar la conducta pero estos intentos de no realizarla le generan malestar y por eso la persona acaba haciendo ciertos rituales.
Tanto las obsesiones como las compulsiones son generadoras de un alto nivel de malestar en la persona, que además puede hacer que su vida cotidiana sea afectada. El hecho en sí de que una persona tenga pensamientos repetitivos y determinados puede además contribuir a la hora de concentrarse, divertirse o tener una actividad personal y laboral.
Desde nuestro gabinete podemos ofrecerte un camino que puede ayudarte a la superación de este problema tan limitante y que tanto puede angustiarte.