Autoestima
El concepto de autoestima se refiere a cómo nos sentimos sobre nosotros mismos. Es la forma habitual de pensar, amar, sentir y comportarnos con nosotros mismos. Es la disposición permanente según la cual nos enfrentamos con nosotros mismos. Para el psicólogo Carl Rogers, constituye el núcleo básico de la personalidad.
Posee tres componentes básicos relacionados entre sí: afectivo, cognitivo y conductual.
El componente cognitivo hace referencia a las ideas, creencias y opiniones que tenemos sobre nosotros mismos. El componente afectivo haría referencia a la valoración de lo que hay en nosotros, implicaría un sentimiento agradable o desagradable. El componente conductual indica la intención y decisión de actuar y de llevar a cabo un comportamiento coherente y consecuente.
Por tanto una persona con elevada autoestima se siente y se comporta:
- Confiando en su propia capacidad de pensar y en su capacidad de enfrentarse a los retos (componente cognitivo)
- Aceptando y reconociendo sus limitaciones y sus cualidades personales (componente afectivo)
- Actuando de forma coherente , respetándose así mismo y respetando a los demás (componente conductual)
Algunas cosas pueden hacer disminuir nuestra autoestima, como una ruptura de pareja, sentirnos rechazados o poco valorados, no conseguir el trabajo que querías, aumentar de peso…Ninguna de estas cosas hace que valgamos menos, pero pueden hacernos sentir mal.
Si consideras que tu autoestima es baja, es importante aprender cómo mejorarla. Desde nuestro gabinete, te enseñaremos herramientas y sencillos ejercicios para fortalecer tu autoestima y sentirte mejor contigo mismo.
Algunas recomendaciones
Aquí te dejamos algunos sencillos consejos que puedes empezar a realizar hoy mismo:
Haz ejercicio: el ejercicio moderado libera sustancias químicas en el cerebro que te levantarán el ánimo. Hacer ejercicio te ayudará a dormir mejor, a tener más energía y a que tu corazón esté sano. Elige un ejercicio que te guste, puedes hacerlo con algún amigo/a o escuchando música.
Duerme suficiente: la cantidad promedio que un adulto necesita para que su cuerpo y mente descansen totalmente es de siete a ocho horas diarias, aunque esto puede variar. Algunas personas necesitan menos y otras necesitan más antes de que se sientan listos para el día. En cualquier caso, asegúrate de hacer del sueño una prioridad.
Comunícate: la comunicación es muy importante, te permite liberar tensiones en lugar de manterlas dentro. Ya sea con un amigo/a, un familiar o con tu terapeuta, habla de tus sentimientos, de las pequeñas cosas que te molestan o te entristecen, pero también de las cosas positivas que te ocurren y de aquello que te aporta bienestar. Te ayudará a fortalecer tus relaciones y a conectar con otras personas.