Enfermedades Psicosomáticas
Cuando hablamos de enfermedades psicosomáticas nos referimos a un grupo de trastornos con sintomatología diversa en mayor o menor grado, que no pueden ser explicadas solamente por la existencia de una enfermedad orgánica o al menos no cómo única explicación concluyente y única.
En estos trastornos parece que el componente psicológico y social, las tensiones emocionales persistentes así como la ansiedad en sus distintas formas de presentación experimentada con cierta cronicidad, influyen directamente en la aparición, gravedad y duración de la sintomatología.
Los pacientes suelen hablar en la consulta de una serie de síntomas físicos tales como debilidad, malestar, dolor, inflamación pero no suelen hablar de los problemas psicológicos existentes. Tras múltiples pruebas y un largo periodo de evaluación parece que los resultados a veces son negativos y no siempre hay justificación orgánica, pero sin embargo la sintomatología está ahí, es real y sigue molestando en el día a día.
Es indiscutible que hay un factor claramente mental en toda la enfermedad física y es que la manera en que reaccionamos y hacemos frente a una enfermedad varía enormemente de una persona a otra. Por ejemplo, la erupción de la psoriasis puede que no afecte mucho la calidad de vida de una persona, pero otra persona con las mismas zonas afectadas, se sienta deprimida y altamente limitada.
Algunas enfermedades físicas parecen además que son particularmente propensas a ser agravadas por factores mentales como el estrés y la ansiedad. Por ejemplo, la psoriasis, el eczema, las úlceras de estómago, la gastritis, el asma bronquial, sensación de presión torácica, presión arterial alta y enfermedades del corazón. Se cree además que la parte física real de la enfermedad (la extensión de una erupción, el nivel de la presión de la sangre, etc) puede ser afectada por factores mentales. Esto es difícil de probar, sin embargo, muchas personas con estas y otras enfermedades físicas crónicas, dicen que su estado mental actual afecta directamente a su bienestar físico.
Algunas personas también utilizan el término trastorno psicosomático cuando los factores mentales causan síntomas físicos, pero donde realmente parece no haber enfermedad física. Por ejemplo, un dolor en el pecho puede ser causada por el estrés y la enfermedad física no se puede encontrar.
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