Hoy queremos hablaros de un libro para niños que hemos conocido hace poco. “Have you filled a bucket today?” de Carol McCloud. Una guía para la felicidad diaria para niños.
Es una bonita historia para enseñar a los niños a que sus palabras y sus acciones pueden afectar a los demás y que eso a su vez, les puede afectar a ellos.
La historia es la siguiente:
“Todos los días, todas las personas caminan por el mundo llevando un cubo invisible. Cada uno de los miembros de tu familia tiene un cubo y también tus abuelos, amigos y vecinos, todos tienen un cubo. Todo el mundo lleva consigo un cubo invisible.
El propósito del cubo es llevar tus buenos pensamientos y sentimientos sobre ti mismo. Cuando te sientes muy contento tu cubo está lleno. Y te sientes triste si tu cubo está vacío.
Tu puedes llenar el cubo de los demás demostrándoles afecto, o haciendo algo amable por otra persona: sonreír a los demás, decirles cosas bonitas, hacer a los demás sentir que son especiales… y además, cuando llenas el cubo de otra persona, también llenas tu propio cubo!! Y eso es porque cuando ayudas a otros a sentirse bien, tu también te sientes bien!
Todos los días puedes practicar a llenar los cubos, sólo recuerda que cada persona lleva un cubo invisible consigo y piensa en qué puedes decir o hacer para llenarlo.
Llenar un cubo es fácil y divertido. Llenar cubos hace que todo el mundo se sienta mejor.
Entonces, ¿por qué no decidir llenar cubos hoy y todos los días? Sólo empieza cada día diciéndote a ti mismo: voy a hacer algo para llenar el cubo de alguien hoy.
Y al final del día pregúntate a ti mismo: ¿he llenado el cubo hoy?”
Con esta bonita historia podemos enseñar a los niños a que sus palabras y acciones tienen consecuencias positivas y también negativas. Si nos comportamos de manera amable, mostrando gratitud hacia los demás, siendo afectuosos y atentos, podemos conseguir que los demás se sientan mejor y como consecuencia nosotros también nos sentiremos mejor. Al contrario pasa también igual, si nos comportamos mal, somos ingratos o nos metemos o ridiculizamos a otros, entonces les estaremos haciendo sentir peor (vaciando su cubo) y nosotros también nos encontraremos peor.
Es una forma de poder educar a los niños en la felicidad, no sólo la propia sino la ajena. Con una metáfora de un cubo podemos conseguir que al final del día se acuerden de cómo ha sido su comportamiento y si creen que han ayudado a otros a llenar su cubo y si han conseguido llenar el suyo también. Es una sencilla manera de que hagan balance diariamente y sean capaces de poner el foco en lo positivo. Una guía para la felicidad diaria para niños.
¡Feliz día internacional de la Felicidad!