Meditación y mindfulness

En la actualidad, todos escuchamos los beneficios de la meditación, del mindfulness para prestar atención plena al presente. Nuestra intención en la entrada del blog de hoy es traeros aquí un resumen de los beneficios de estas prácticas y animaros a que lo intentéis cada uno en vuestro día a día.

En primer lugar, vamos a diferenciar qué es Mindfulness y qué es meditación.Tipos-de-meditacion-2

El término mindfulness puede entenderse como atención y conciencia plena, resaltando un empeño en centrarse en el momento presente, de forma activa y reflexiva (Vallejo, 2006). Al hablar de mindfulness, 4 aspectos han de estar presentes: capacidad de estar atento, en el presente, de manera intencional y con aceptación. La meditación lleva a un estado en el que se es consciente de la realidad del momento presente, aceptando y reconociendo lo que existe en el aquí y el ahora, pero sin quedar atrapado en los pensamientos o en las reacciones emocionales que la situación provoca (Kabat-Zinn, 2003), lo que produce el desarrollo de la atención plena, que puede definirse como una conciencia sin juicios que se desarrolla instante tras instante, momento a momento, mediante un tipo de atención no reactiva, abierta y sin prejuicios en el momento presente (Kabat-Zinn, 2007).

 

El término meditación hace referencia a una disciplina holística en la que la persona que la practica intenta ir más allá de la mente reflexiva en un estado profundo de relajación o de conciencia. La meditación es un componente de muchas religiones, y se ha practicado desde la antigüedad, aunque también se practica fuera de las tradiciones religiosas. Diferentes disciplinas meditativas abarcan una amplia gama de metas espirituales y no espirituales: el logro de un estado superior de conciencia o la iluminación, el desarrollo y el aumento de la compasión y la misericordia, lograr una mayor concentración, la creatividad o la conciencia de sí mismo, o simplemente cultivar un marco más relajado y tranquilo de la mente.

 

Existen abundantes datos que apoyan el uso del mindfulness en un amplio número de trastornos que incluyen desde el tratamiento de la depresión o los trastornos de personalidad, hasta los trastornos alimentarios, la ansiedad generalizada, el estrés, la violencia, los problemas de pareja, etc. (Baer, 2003; Baer, Hopkins, Krietemeyer, Smith y Toney, 2006a). Pero en general, en personas sanas, la práctica de mindfulness tiene muchas ventajas: mejora la salud, el grado de felicidad y el éxito. Mejora el sistema inmunológico, disminuye el dolor, aumenta las sensaciones positivas, disminuye el estrés, aumenta tu atención, mejora tu memoria….

 

En cualquier caso, tanto el mindfulness como la meditación requieren de práctica para alcanzar los resultados esperados. Para alcanzar un adecuado entrenamiento en mindfulness se dice que, necesitas un programa de formación de al menos 8 semanas con sesiones semanales de 90 minutos y prácticas diarias de unos 20 minutos para ver resultados.

Si te apetece probar, para empezar te hacemos las siguientes recomendaciones:

  • Busca un lugar tranquilo, donde te encuentres cómoda/o y libre de distracciones. Un lugar en el que puedas relajarte y en el que no vayas a ser interrumpida/o.
  • Idealmente, sin ruidos. Evita la música, ya que esta puede distraernos.
  • Siéntate cómodo.
  • Concentra tu atención en tu respiración. No intentes controlarla, sólo concéntrate en ella.
  • Si durante la práctica, te encuentras a ti mismo/a con pensamientos o emociones, vuelve a centrarte en tu respiración. Sin juzgarte por haber tenido esa distracción. Vuelve tranquilamente a centrarte en tu respiración.
  • Empieza con sesiones cortas, de 5-10 minutos.
  • La meditación requiere práctica, así que no te sientas mal si las primeras veces tu mente se llena de pensamientos y pierdes la atención en la respiración. Sigue intentándolo.

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