En esta fecha del año es bastante típico ponerse a pensar en esos nuevos objetivos del año… Hacemos listas interminables con promesas inconclusas y llenamos la mochila con unos pocos objetivos más, añadidos a aquellos no conseguimos el año anterior… ¿No os ha pasado esto alguna vez?
Está claro que tener un propósito es algo muy positivo…Es bueno tener deseos, objetivos, metas, propósitos, ¡claro que sí! Pero sin embargo, si queremos conseguir verdaderos resultados de éxito, las cosas han de hacerse con cierto sentido. Es decir, tener un plan para nuestro plan o dicho de otro modo, contar con un método para hacerlo. ¿Qué es lo que nos suele pasar para que año tras año vayamos arrastrando propósitos? Estas son las dos grandes razones con las que nos hemos topado en primera persona y que nos encontramos diariamente en consulta
- “Envalentonamiento pasajero”: en el momento de hacer la lista de propósitos de año nuevo, nos suele rodear un ambiente motivador, festivo que nos embriaga de emoción en la mayoría de los casos. Nos surgen pensamientos tipo “este año voy a …” que hace que metamos en la saca de objetivos cualquier cosa que consideremos que “tiene” que estar en esa lista sin haber valorado algunos elementos indispensables para que no sean objetivos eternamente pendientes, como por ejemplo:
- El nivel de compromiso real: a veces son objetivos que los demás piensan que debemos tener. Si son “deberías” o “tendrías”, valora si realmente el propósito es tuyo y si de verdad quieres conseguirlo (no debes ni tienes, si no quieres).
- Si contamos con los recursos necesarios: hay veces que para conseguir los objetivos necesitamos diferentes recursos, más allá de mi voluntad y mis ganas de conseguirlos. Hazte una lista de lo que necesitas para que puedas cumplir con éxito el propósito.
- Hay demasiados propósitos en nuestra lista y no tenemos un buen plan para conseguirlos. Pretendemos conseguir 10 ó 20 cosas a la vez y todas tenemos que empezar a conseguirlas en enero. Y todo esto sin habernos sentado a hacer un plan de acción, valorar los objetivos, priorizar, ponerles fecha, saber si son alcanzables…
Así que, con el objetivo de proporcionarte un nuevo método de conseguir tus objetivos, nuestra propuesta este año 2016 es que te hagas una lista de des-propósitos. Si propósito es la voluntad o intención de hacer una cosa, te sugerimos que este año te hagas una lista de los propósitos que no te aportan, y le pongas voluntad o intención de dejar de hacer determinadas cosas. De los “propósitos obsoletos” que te llevan acompañando años porque un día los apuntaste a la lista y nunca te has puesto a ello, aquellos que ni siquiera quieres pero que quedan bien en la lista o alguien te sugirió que los tenías que conseguir, de aquellos que te causan estrés, los que no encajan en tu vida, los que sabes de antemano (porque a veces lo sabemos) que no vas a conseguir porque en realidad no estamos comprometidos…
Una vez hecha la lista nos sentiremos más ligeros de equipaje. Y esto ¿Cómo lo hacemos? 1º Piensa en la recompensa de conseguir cada uno de los propósitos: imagínate consiguiéndolos y valora el nivel de satisfacción y los beneficios de hacerlo. ¿Es alto? ¿Es bajo? ¿Ni fu, ni fa? Si la respuesta encaja con alguna de las dos últimas, puede ser un des-propósito… 2º ¿Cuentas con los recursos para conseguirlos? Observa si cada uno de los objetivos son realizables. 3º ¿Qué puedes empezar a hacer desde el día 1 de enero para conseguir los objetivos? Te sugerimos que valores en que tres propósitos puedes empezar a trabajar desde el minuto uno y sean esos tus propósitos de año nuevo. Los demás, pueden ser des-propósitos temporales y puedes colocarlos en tu plan de acción para más adelante. Trocea el pastel en lugar de querer comértelo entero…te evitarás empachos. 4º ¿Qué emoción te genera ese propósito? Las emociones bien entendidas nos dan información muy valiosa para todo y no es menos cuando se trata de tomar decisiones relacionadas con los objetivos. ¿Qué sientes cuando piensas en ese objetivo? Aunque lo ideal es saber qué hay detrás de la emoción (lo que significa y cómo poder gestionarla) a priori, en base a la emoción primaria que sientas y llevando a cabo los puntos anteriores, puedes determinar la lista en la que incluir ese propósito….
En muchas ocasiones no es poner si no quitar, lo que nos ayuda a ganar. Quitarte el miedo, te ayuda a ganar, quitarte peso de la mochila te ayuda a ir más ligero, quitarte culpas te ayuda a sumar en felicidad, y en ocasiones restar propósitos te ayudará a sumar éxitos.